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La contaminación del aire vinculada a cambios cerebrales en los adolescentes, incluso a niveles seguros.
La exposición a los contaminantes comunes del aire como la materia particulada, el dióxido de nitrógeno y el ozono puede dañar el desarrollo del cerebro en los adolescentes, según un estudio realizado por investigadores de OHSU.
Analizando datos de casi 11.000 niños, el estudio relaciona la exposición temprana a estos contaminantes con el adelgazamiento atípico de la corteza en las regiones cerebrales críticas para el estado de ánimo, la memoria y la función ejecutiva.
Aunque no aparecen síntomas inmediatos, los cambios pueden interrumpir el desarrollo cognitivo y emocional a largo plazo, afectando potencialmente la atención, el aprendizaje y el comportamiento.
Los efectos se observaron incluso a niveles de contaminación dentro de los estándares de seguridad actuales, lo que genera preocupaciones sobre el impacto de la calidad del aire en la salud mental y neurológica de los jóvenes.
Air pollution linked to brain changes in teens, even at safe levels.