Nueva Zelanda impone nuevas sanciones a los beneficiarios de las prestaciones, exigiendo búsquedas de empleo y capacitación para evitar el estatus de "rojo".
El Gobierno de Nueva Zelandia está aplicando nuevas sanciones a los beneficiarios de las prestaciones, incluida la capacitación semanal obligatoria de cinco horas y tres búsquedas semanales de empleo que se comunicarán al Ministerio de Desarrollo Social. Las sanciones forman parte de un sistema de semáforos que clasifica a las personas en función del cumplimiento, con un estatus rojo que lleva a sanciones. Para recuperar el estatus "verde", los individuos deben probar que han cumplido con sus obligaciones. Los críticos dicen que estas medidas podrían afectar injustamente a los grupos vulnerables.
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