El Reino Unido introduce nuevas y duras leyes contra los contrabandistas de personas, incluidas las penas de prisión y las incautaciones telefónicas.
El Gobierno del Reino Unido está introduciendo un nuevo proyecto de ley de seguridad fronteriza, asilo e inmigración para combatir a los traficantes de personas. Entre las medidas clave se incluyen la tipificación como delito de poner en peligro vidas durante los cruces marítimos, con hasta cinco años de prisión, y permitir a las autoridades confiscar los teléfonos de los migrantes para reunir información. Las personas que venden o manipulan piezas de embarcaciones para el contrabando pueden enfrentarse a 14 años de prisión. A pesar de las nuevas leyes, seguirán vigentes algunas políticas vigentes, como la detención de niños y la prohibición de las protecciones modernas contra la esclavitud para los migrantes. Los críticos argumentan que estas medidas podrían hacer que los cruces peligrosos sean más peligrosos.