El juego "Kyoto" de la Royal Shakespeare Company marca el impacto del tratado sobre el clima, destacando los fracasos y el aumento de las emisiones.
Una obra de teatro de la Royal Shakespeare Company llamada "Kyoto" celebra el Protocolo de Kyoto de 1997, un tratado climático destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de los objetivos del tratado, EE.UU. no lo ratificó, y otros países se retiraron o no cumplieron los objetivos, lo que llevó a un aumento del 44% en las emisiones para 2012. Informes recientes ponen de relieve el aumento de las temperaturas mundiales, las condiciones meteorológicas extremas y las posibles pérdidas económicas debidas al cambio climático, subrayando la necesidad de adoptar medidas más eficaces.