La empresa noruega elimina en condiciones de seguridad más de 10.000 toneladas de municiones al año mediante detonación subterránea.
Después de la Segunda Guerra Mundial, países como Noruega eliminaron los excedentes de armas al arrojarlos al mar, creando arrecifes artificiales, pero también dejando artefactos explosivos sin detonar que pueden plantear riesgos para la vida marina y los seres humanos. La convención internacional de 1972 prohibió el vertimiento de armas químicas, pero el reto de la eliminación de las armas sigue siendo el mismo. Hoy en día, una empresa noruega procesa más de 10.000 toneladas de municiones de forma segura detonándolas bajo tierra desde 1999.
Hace 2 meses
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