Los programas de extinción de incendios de reclusos en California y Columbia Británica enfrentan críticas por explotación y malas condiciones.
California y Columbia Británica utilizan mano de obra reclusa para la gestión de incendios forestales, lo que suscita preocupación acerca de la explotación. Los críticos argumentan que los programas son similares a la "esclavitud moderna" debido a las malas condiciones de trabajo, bajos salarios y falta de derechos laborales. En California, los reclusos ganan hasta $29,80 al día, mucho menos que los bomberos no encarcelados. Mientras que los programas afirman ayudar a la rehabilitación, los críticos dicen que priorizan las necesidades de los empleadores, cuestionando la ética de usar a los presos para la respuesta al desastre.