El plan de plantación de árboles de Nueva Zelandia para combatir el cambio climático se enfrenta a críticas por potencialmente perjudicar los esfuerzos de conservación.

El plan de Nueva Zelandia de plantar árboles en tierras de conservación para absorber dióxido de carbono y cumplir los objetivos climáticos ha sido criticado por posibles impactos negativos. El ministro de Agricultura Todd McClay aclaró que el plan tiene como objetivo plantar en tierras de conservación de bajo valor, no granjas enteras. Los críticos, incluida la Sociedad de Defensa Ambiental, argumentan que la propuesta está "a medio cocinar" y podría deshacer los esfuerzos para eliminar los pinos salvajes invasivos, planteando dudas sobre su efectividad y financiación.

Hace 2 meses
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