Las tasas de suicidio de los trabajadores de la construcción se elevan, estimulando los esfuerzos de toda la industria para mejorar el apoyo a la salud mental.
Los trabajadores de la construcción enfrentan una grave crisis de salud mental, con tasas de suicidio cinco veces superiores a las muertes por lesiones relacionadas con el trabajo. Este tema está ganando atención, con la industria, los sindicatos, las instituciones de investigación y las agencias federales trabajando en soluciones. Sin embargo, dificultades como la falta de licencia de enfermedad remunerada obstaculizan el progreso. La industria tiene como objetivo normalizar las conversaciones sobre salud mental y proporcionar más apoyo a los trabajadores, abordando el alto estrés de entornos peligrosos y la inseguridad laboral.