El estudio vincula los trabajos sedentarios con un mayor riesgo de insomnio, afectando a los trabajadores rastreados durante una década.
Un nuevo estudio vincula los trabajos sedentarios con un 37% mayor de riesgo de síntomas de insomnio, afectando a más de 1.000 trabajadores rastreados durante una década. Factores como el uso de la tecnología, la actividad física y los horarios de trabajo afectan la salud del sueño. El estudio identificó tres categorías de sueño: buenos durmientes, durmientes de insomnio y durmientes de recuperación. Los trabajadores en horarios no tradicionales, especialmente los turnos nocturnos, tenían un 66% más de probabilidades de necesitar dormir. La investigación sugiere que incorporar más actividad física y establecer límites en las horas de trabajo puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.