Florence Girard, una mujer con síndrome de Down, murió de hambre en un hogar compartido canadiense, lo que provocó llamados a cambios sistémicos.

En 2018, Florence Girard, una mujer de 54 años con síndrome de Down, murió de hambre mientras vivía en un programa de vivienda compartida en Columbia Británica, con un peso de solo 55 libras. Su hermana, Sharon Bursey, está abogando por cambios sistémicos para mejorar la forma en que se trata a las personas con discapacidades de desarrollo. La investigación de un forense examinará las circunstancias de la muerte de Girard, con el objetivo de prevenir incidentes similares. La presidenta de Down Syndrome BC, Tamara Taggart, espera que la investigación lleve a cambios de política y a una mayor transparencia.

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