La Iglesia Católica participa en el desarrollo de IA para asegurar que beneficie a la humanidad y se alinee con las normas éticas.
La Iglesia Católica está participando activamente en el desarrollo de la inteligencia artificial (AI) para asegurar que sirve a la humanidad y promueve el bien común. Mientras expertos como el padre Philip Larrey destacan los riesgos potenciales, incluyendo la extinción humana, también enfatizan la importancia del desarrollo ético y el comportamiento humano en la formación de la IA. La Iglesia ve oportunidades en herramientas de IA como CatéGPT, un chatbot para las enseñanzas católicas, para mejorar la comunicación de sus doctrinas. La atención se centra en fomentar el diálogo entre los deontólogos y los desarrolladores de IA para priorizar el bienestar humano y las normas éticas.