Líbano elegirá un nuevo presidente el 9 de enero, lo que podría aliviar el estancamiento político.
El parlamento libanés va a elegir un nuevo presidente el 9 de enero, tras un estancamiento político de dos años. Hezbolá, un actor clave, puede estar más abierto a elegir a un nuevo líder, lo que podría conducir al fortalecimiento de las instituciones nacionales y potencialmente al desmantelamiento de las instalaciones de armamento de Hezbolá. Sin embargo, la fatiga por la agitación económica y la corrupción siguen siendo motivo de preocupación. El Secretario General de Hezbolá, Sheikh Naim Qassem, hizo hincapié en la unidad política y la resistencia contra las presiones externas, mientras que el parlamentario libanés Bilal Al-Houshaymi criticó la postura de Hezbolá y pidió un candidato presidencial consensuado.