El Primer Ministro y Presidente de Moldavia se enfrentan por la deuda del gas y la influencia de Rusia mientras Transnistria rechaza la ayuda.
El primer ministro de Moldavia, Dorin Recean, está revisando las leyes de nacionalización para recuperar activos tomados por la fuerza y cuestionando una deuda de 700 millones de dólares de gas, acusando a los políticos de culpar a los ciudadanos por problemas creados por el extranjero. El presidente Maia Sandu afirma que Gazprom detendrá el suministro de gas a partes de Moldavia, acusando a Rusia de utilizar la energía como palanca para influir en las elecciones y obstaculizar el camino de Moldavia hacia la UE. La región de Transnistria ha rechazado la ayuda de las autoridades moldavas, profundizando la crisis.