Irán abre una planta de aguas residuales de $15 millones para proteger el río Atrak y abastecer a una compañía petroquímica.
Una empresa petroquímica iraní en el norte de Khorasan ha construido una planta de tratamiento de aguas residuales por valor de 15 millones de dólares para evitar que las aguas residuales entren en el río Atrak y para satisfacer sus necesidades de agua. La planta, inaugurada por el presidente Masoud Pezeshkian, trata las aguas residuales de la ciudad y proporciona 5,5 millones de metros cúbicos de agua al año a la empresa a través de un gasoducto de 11 kilómetros. El proyecto tiene como objetivo proteger el medio ambiente y mejorar la salud pública.
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