La posible desregulación de Trump en la pesca estadounidense se enfrenta a riesgos por disputas comerciales, posiblemente aumentando los precios de los mariscos.
La industria del marisco estadounidense es cautelosamente optimista sobre los cambios bajo la administración de Trump, viéndolo como un "amigo" potencial que podría relajar las regulaciones y apoyar la pesca nacional. Sin embargo, los economistas advierten que las disputas comerciales de Trump con Canadá y China podrían conducir a precios más altos de mariscos para los consumidores. Los conservacionistas temen que la desregulación pueda perjudicar a las poblaciones de peces que ya están amenazadas. Imponer un impuesto del 25% a las importaciones canadienses, un importante mercado de mariscos para los EE.UU., podría perturbar aún más la industria y aumentar los costos.