Nueva Zelandia lanza un ambicioso plan de emisiones de cero neto para 2050, que se enfrenta a críticas por carecer de áreas clave.

Nueva Zelandia ha dado a conocer su segundo plan de reducción de emisiones, destinado a emisiones netas cero para 2050, potencialmente para 2044. El plan incluye medidas como la electrificación del transporte, la fijación de precios para las emisiones agrícolas y la ampliación de los proyectos de energía renovable. Va por buen camino para los dos primeros presupuestos de emisiones, pero se queda corto para el tercero, a partir de la década de 2030. Los críticos argumentan que el plan carece de ambición y no aborda áreas políticas significativas, como las emisiones del sector de la construcción y los subsidios para los contaminadores.

Hace 3 meses
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