Los líderes alemanes saludan la caída del presidente sirio Assad, instan a una solución política.
El canciller alemán, Olaf Scholz, y la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, celebraron la caída del presidente sirio, Bashar al-Assad, y enfatizaron la necesidad de una solución política y protección para las minorías. Al-Assad ha sido acusado de graves abusos de los derechos humanos, incluido el uso de armas químicas. Kaja Kallas, de la UE, ve esto como un debilitamiento de Rusia e Irán, los principales patrocinadores de Assad. Si bien existe la esperanza de que se ponga fin al conflicto, sigue habiendo preocupación por el aumento de los grupos radicales y la necesidad de rendir cuentas por los crímenes cometidos en el pasado.