Polonia erige una valla contra los migrantes de Belarús, enfrenta críticas por los abusos de la fuerza y de los derechos.
Polonia ha construido una valla metálica a lo largo de su frontera con Belarús para detener la migración irregular, creando tensión entre las autoridades y los grupos de derechos humanos. Soldados polacos patrullan la zona, acusados de utilizar fuerza excesiva contra los migrantes. Desde 2021, miles han tratado de cruzar a la UE a través de Bielorrusia, a la que Polonia culpa por orquestar la afluencia para desestabilizar a la UE. A pesar de la valla y la nueva vigilancia, más de 28.000 migrantes han cruzado a mediados de noviembre, y grupos de derechos humanos han informado de un aumento de la violencia y de al menos 88 muertes. Polonia planea gastar más de 2.300 millones de euros en fortificaciones adicionales.