El gobernador de Luisiana asegura el apoyo bipartidista a un paquete de reforma tributaria que altera las tasas, con el objetivo de impulsar la economía.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, aseguró el apoyo bipartidista a un paquete de reforma tributaria que introduce un impuesto fijo del 3% para los individuos y reduce los impuestos corporativos, mientras que el impuesto estatal a las ventas aumentó al 5%, haciendo que el impuesto combinado de ventas de Luisiana sea el más alto de la nación en un 10,6%. El paquete también tiene por objeto impulsar la economía en 4.500 millones de dólares y crear entre 4.000 y 5.000 puestos de trabajo. Los críticos argumentan que los cambios afectarán desproporcionadamente a los trabajadores de bajos ingresos, mientras que los partidarios lo ven como la simplificación del código tributario y la promoción del crecimiento económico.