En el informe se insta a Nueva Zelandia a combatir la obesidad, que cuesta miles de millones de dólares, mediante normas más estrictas y nuevos impuestos.
El informe de la Fundación Helen Clark insta a Nueva Zelanda a tomar medidas contra el aumento de las tasas de obesidad, ahora la principal causa de muerte prevenible, costando $2 mil millones en salud y $9 mil millones en pérdida de productividad anualmente. Critica el enfoque del gobierno en la responsabilidad individual y pide reglas de publicidad de alimentos basura más estrictas, límites a nuevos puntos de venta de alimentos insalubres, y calificaciones de salud obligatorias en el empaquetado de alimentos. El informe sugiere también la introducción de un impuesto sobre el azúcar y la promoción de nuevos tratamientos para la pérdida de peso. El Gobierno todavía no se ha comprometido a introducir cambios, pero está considerando la posibilidad de prestar asesoramiento sobre posibles ajustes de las políticas.