La actividad del sector privado de la eurozona alcanza el punto más bajo desde enero, lo que suscita preocupación por el declive económico.
La actividad del sector privado de la eurozona se contrajo en noviembre, con un índice de producción compuesto que bajó a 48,1 y el más bajo desde enero. Tanto los servicios como los sectores manufactureros registraron descensos, con la contratación de servicios por primera vez en diez meses. La confianza de las empresas disminuyó bruscamente y las empresas redujeron el empleo por cuarto mes consecutivo. Los costos de entrada se elevaron a un máximo de tres meses. Francia y Alemania, las economías más grandes de la eurozona, experimentaron contracciones particularmente pronunciadas. Los datos sugieren que el Banco Central Europeo podría reducir aún más los tipos de interés en diciembre.