La tasa de inflación básica de Japón se ralentizó hasta el 2,3%, con los precios de los alimentos subiendo a pesar de los subsidios gubernamentales.
La tasa de inflación básica de Japón, excluyendo los alimentos frescos, disminuyó al 2,3% año tras año en octubre, lo que marca un segundo mes consecutivo de desaceleración. Esta disminución se debe en parte a las subvenciones gubernamentales que han ayudado a reducir los costos de la energía. A pesar de la desaceleración, la inflación sigue por encima del objetivo del 2% del Banco de Japón. Los precios de los alimentos, en particular el arroz y el chocolate, experimentaron aumentos significativos, mientras que los precios de los servicios también subieron. Los economistas predicen un posible aumento de las tasas en la reunión de diciembre del BOJ si la inflación y la economía continúan creciendo como se esperaba.