El estudio revela que las ciudades occidentales se enfrentan a un creciente desperdicio textil, con mucha ropa donada exportada o desechada.
Un nuevo estudio destaca el creciente problema de los desechos textiles en las ciudades occidentales, señalando que gran parte de la ropa donada termina siendo exportada o descartada. Los residuos textiles a nivel mundial ascienden a 92 millones de toneladas anuales, y se prevé que se dupliquen en 2030. Las caridades luchan por gestionar el gran volumen de donaciones de baja calidad, a menudo exportando artículos de alta calidad al extranjero. Los investigadores abogan por una mejor coordinación entre los gobiernos locales y las organizaciones benéficas para abordar el problema del consumo excesivo y el exceso de oferta, sugiriendo nuevos modelos de negocio como los centros de intercambio y reparación.