La nueva regla de OSHA podría clasificar a los bomberos voluntarios como empleados, enfrentando costos que pueden forzar cierres.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) se enfrenta a críticas por su "Emergency Response Standard" propuesta, que podría clasificar a los bomberos voluntarios como empleados, requiriéndoles más entrenamiento y adquirir nuevos equipos. Esto ha dado lugar a la preocupación de que los costos, estimados en 14.000 dólares anuales por la OSHA, pero potencialmente más elevados, podrían causar un éxodo en masa de voluntarios y el cierre de los departamentos de bomberos. Senadores y representantes han pedido exenciones para departamentos de voluntarios, y la OSHA está celebrando audiencias para considerar la viabilidad de las propuestas.