Filadelfia se enfrenta a críticas sobre el uso de fondos de asentamiento de opioides, con un enfoque en las necesidades de Kensington.
Filadelfia se enfrenta a críticas por la forma en que gasta los fondos de asentamiento de opioides. La ciudad utiliza el dinero para proyectos en Kensington, una zona pobre fuertemente afectada por la crisis de los opioides. El fideicomiso de Pennsylvania dictaminó inicialmente que gran parte del gasto no cumplía con las directrices federales, pero más tarde revirtió parcialmente su decisión, aprobando fondos para escuelas, parques y alivio de alquileres. Las reparaciones de viviendas y el apoyo a las pequeñas empresas siguen siendo incompatibles. La disputa pone de relieve diferentes puntos de vista sobre la mejor manera de utilizar los fondos, con algunos favoreciendo directrices más estrictas y otros abogando por abordar las causas profundas de la adicción.