La soledad afecta a más de una tercera parte de los australianos, especialmente a los jóvenes y los ancianos, lo que hace que se pidan intervenciones específicas.
En Australia, la soledad afecta al menos a una de cada tres personas, lo que afecta más a los grupos demográficos más jóvenes y mayores. Esta cuestión de salud pública aumenta las tasas de mortalidad y los riesgos de futuros problemas de salud. Los expertos recomiendan la capacitación basada en datos empíricos para los profesionales, las conexiones sociales y la financiación específica para las zonas regionales. Los médicos de cabecera pueden ayudar conectando a las personas en riesgo con los servicios comunitarios. El Consejo sobre el Envejecimiento de Nueva Gales del Sur insta a que se lleven a cabo intervenciones específicas para hacer frente a la soledad, que afecta a seis de cada diez adultos mayores.