Nuevo estudio atribuye las anomalías de la Voyager 2 en Urano a una tormenta solar, sugiriendo que sus lunas pueden ser geológicamente activas.

Un nuevo estudio sugiere que las observaciones inusuales de Urano durante el vuelo Voyager 2 de la NASA en 1986 pueden haber sido causadas por una intensa tormenta solar, que podría haber alterado las lecturas del campo magnético del planeta. Esta tormenta pudo haber hecho que Urano pareciera menos similar a otros gigantes de gas y sus lunas parecen inactivas. Los resultados, publicados en Nature Astronomy, indican que las lunas podrían ser geológicamente activas y potencialmente albergar océanos. Se está desarrollando una futura misión de la NASA a Urano para entender mejor el planeta.

November 11, 2024
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