Los Países Bajos impondrán controles fronterizos terrestres a partir del 9 de diciembre para frenar la migración, la trata.
El gobierno holandés planea imponer controles fronterizos terrestres a partir del 9 de diciembre, con una duración de seis meses, para abordar la migración irregular y la trata de personas. Esta medida, dirigida por la coalición de derechas, incluye normas de asilo más estrictas y límites a la reunificación familiar. Los controles fronterizos, llevados a cabo por el Marechaussee, tienen por objeto controlar la circulación de personas a través de las fronteras neerlandesas con Alemania y Bélgica, a raíz de acciones similares de Francia y Alemania. A pesar de la disminución del número de solicitantes de asilo, el Gobierno busca endurecer las políticas de inmigración.