El vicepresidente Harris apoya leyes de derechos de voto expandidos, mientras que Trump aboga por medidas más estrictas, impactando políticas futuras.
En las próximas elecciones estadounidenses, el vicepresidente Kamala Harris y el expresidente Donald Trump proponen visiones contrastantes para el derecho de voto. Harris tiene como objetivo fortalecer las protecciones contra la discriminación racial y facilitar el acceso a los votantes, apoyando la Ley de Promoción de los Derechos de Votación de John Lewis y la Ley de Libertad de Votación. Trump, sin embargo, aboga por medidas más estrictas como la prueba de ciudadanía y los requisitos de identificación de votantes, que los críticos argumentan podrían limitar el acceso a los votantes minoritarios. El resultado de las elecciones influirá significativamente en las futuras políticas de derechos de voto.