En septiembre, la inflación de Estados Unidos alcanzó un mínimo de 13 meses del 2,4%, con precios de consumo mensuales en un 0,2%.
En septiembre, la inflación estadounidense alcanzó el 2,4%, la más baja desde febrero de 2021, en comparación con el 2,5% en agosto. Los precios mensuales al consumo aumentaron un 0,2%, ligeramente por encima de las expectativas. Los precios básicos, excluidos los alimentos y la energía, aumentaron un 3,3% interanual. Entre los factores que contribuyeron a ello cabe mencionar el aumento de los costos de los alimentos y la vivienda, mientras que los precios de la energía disminuyeron. La Reserva Federal redujo las tasas el mes pasado, señalando posibles nuevos recortes para apoyar la estabilidad económica.