El gobierno australiano fortalece el código de precios unitarios para combatir la "inflación de contracción" en medio de la crisis del costo de vida.
El gobierno australiano está tomando medidas contra la "deflación reducida", donde los productos se reducen en tamaño mientras los precios permanecen constantes o aumentan. Los planes incluyen un código de precios unitarios reforzado con sanciones significativas para los supermercados que lo violan. Esta iniciativa tiene por objeto ayudar a los consumidores a hacer mejores comparaciones de precios en medio de una crisis del costo de la vida, dirigida a los principales minoristas como Coles y Woolworths. Además, se han asignado 30 millones de dólares a la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor para investigar y hacer cumplir las normas.