California promulga nuevas leyes para restringir las falsificaciones profundas, provocando un debate sobre la libertad de expresión y el control de la desinformación.
Las nuevas leyes de California dirigidas a los deep-fakes podrían afectar al discurso político al imponer restricciones al uso de medios manipulados. Los críticos argumentan que estas regulaciones pueden limitar la libertad de expresión y obstaculizar el discurso político, planteando preocupaciones sobre la censura. Sin embargo, los proponentes creen que son necesarios para combatir la desinformación y proteger la confianza del público en los medios de comunicación. El debate pone de relieve la tensión entre la regulación de la tecnología y la preservación de la comunicación democrática.
September 30, 2024
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