El proyecto de ley de reforma de las penas (enmienda) de Nueva Zelandia tiene por objeto aumentar la población penitenciaria en 1.350 y limitar las reducciones de penas al 40%.
El proyecto de ley de reforma de las sentencias (enmienda) de Nueva Zelandia tiene por objeto aumentar la población carcelaria en 1.350 y limitar las reducciones de las penas por factores atenuantes al 40%. Los críticos argumentan que esto socava la discreción judicial, contradice las leyes existentes y carece de una consulta adecuada, en particular con las comunidades maoríes. Las reformas podrían exacerbar los atrasos de los tribunales, aumentar la duración de los juicios y perpetuar las cuestiones relacionadas con la salud mental y el uso indebido de sustancias entre los delincuentes, lo que suscitaría preocupación por la eficacia de los cambios.