McKinsey pronostica que los combustibles fósiles representarán el 40-60% del suministro mundial de energía para 2050, en medio de la lenta adopción de EV y los desafíos de escalamiento de energía limpia.
Un informe de McKinsey prevé que los combustibles fósiles seguirán representando el 40-60% del suministro mundial de energía para 2050, impulsados por la lenta adopción de vehículos eléctricos y los desafíos de escalamiento de energía limpia. La demanda mundial de energía puede aumentar un 18%, principalmente de las economías emergentes. Si bien las fuentes de bajas emisiones de carbono, como la energía solar y la energía eólica, podrían representar el 65-80% de la generación de energía, se necesitarán importantes inversiones en infraestructuras y fuentes de energía estables para garantizar la fiabilidad. La transición se basa en materias primas críticas y en un mayor precio del carbono.