Grecia invierte 1.000 millones de euros anuales en medidas en favor del niño para combatir las bajas tasas de fecundidad, el envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra.
Grecia se enfrenta a una crisis demográfica con una de las tasas de fecundidad más bajas de Europa, lo que lleva al Gobierno a invertir 1 000 millones de euros anuales en iniciativas en favor de la infancia. Para contrarrestar la disminución de las tasas de natalidad y el envejecimiento de la población, las nuevas medidas incluyen el aumento de las prestaciones para el cuidado de los hijos y los incentivos fiscales para los padres. Sin embargo, las mejoras económicas, como el aumento de las pensiones y el salario mínimo, son cruciales para que estas políticas sean eficaces a la hora de hacer frente a la escasez de mano de obra y la tensión económica.