El estudio de la Universidad de Southampton vincula los problemas de garganta post-COVID-19 con el aumento de los riesgos de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular debido a la reducción de la sensibilidad al baroreflex.
Un estudio de la Universidad de Southampton revela que los pacientes con problemas de garganta, incluyendo tos crónica post-COVID-19, pueden enfrentar mayores riesgos de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares debido a la reducción de la sensibilidad al baroreflex, una medida clave de la regulación de la presión arterial. La investigación indica que el nervio Vagus prioriza la protección de las vías aéreas sobre el control de la presión arterial, llevando a posibles consecuencias a largo plazo para la salud. Los pacientes con síntomas de garganta presentaron mayor frecuencia cardíaca en reposo y menor presión arterial que aquellos con problemas digestivos.