Nueva Zelanda se enfrenta a una escasez de energía, lo que impulsa planes gubernamentales para revertir la prohibición de exploración de petróleo y gas en alta mar e impulsar las importaciones de Gas Natural Licuado.
Nueva Zelandia se enfrenta a una escasez de energía, lo que provoca altos precios de la electricidad y afecta negativamente a sus sectores manufacturero y de exportación. La escasez se debe a factores como los bajos niveles de lagos, la insuficiencia de energía eólica y solar y la falta de suministro de gas natural. En respuesta, el gobierno planea revertir la prohibición de la exploración de petróleo y gas en alta mar y aprobará legislación para eliminar las barreras reglamentarias a la construcción de instalaciones de importación de Gas Natural Licuado para finales de 2024. El gobierno también considerará permitir a las empresas de distribución de electricidad poseer activos de generación, aliviar las restricciones a las empresas de líneas eléctricas propietarias de la generación y mejorar la regulación del mercado de la electricidad. Los expertos advierten que si bien el GNL puede proporcionar flexibilidad, no es una solución a largo plazo y no debe considerarse como un reemplazo del gas natural doméstico. En su lugar, recomiendan centrarse en la construcción de más infraestructura de energía renovable con soluciones de almacenamiento.