Los expertos abogan por poner fin a la tala forestal nativa para 2030 a fin de cumplir el objetivo de reducción de las emisiones de Australia y proporcionar beneficios alternativos.
Los expertos sostienen que poner fin a la tala de bosques nativos es crucial para que Australia alcance su objetivo de reducción de las emisiones para 2030 y reduzca el desmonte de tierras. Dado que las emisiones de estas actividades representan al menos 14,5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año, su eliminación contribuiría significativamente a la reducción de 14,2 millones de toneladas de CO2e que se necesita cada año hasta 2030. Un cambio a una industria que solo se dedica a las plantaciones, como lo hizo Nueva Zelandia hace 25 años, puede proporcionar una fuente alternativa de madera al mismo tiempo que impulsa los puestos de trabajo en el componente manufacturero del sector. Esta solución climática no sólo ayuda a alcanzar el objetivo de reducción de emisiones, sino que también ofrece beneficios financieros, económicos y sociales, protege la biodiversidad y reduce la pérdida de hábitat para las especies en peligro.