El gobernador de Oklahoma Stitt declina el programa federal de alimentos de verano por segundo año, continuando el enfoque estatal del hambre infantil a través de los programas existentes.
El gobernador de Oklahoma Kevin Stitt se ha negado a participar en el programa federal de alimentos de verano por segundo año consecutivo, con el estado optando por no participar en la provisión de comidas gratuitas a los niños durante su descanso escolar. Los críticos, incluidos los bancos de alimentos, sostienen que los fondos federales podrían ser esenciales para hacer frente al hambre infantil. Sin embargo, Stitt cree que el estado puede hacer frente al hambre infantil a través de sus programas alimentarios existentes. En 2025, el programa de verano habría costado a Oklahoma $5 millones, pero el estado habría recibido $50 millones en fondos federales a cambio.