Las grandes empresas insertan cláusulas de arbitraje en los contratos de consumo, potencialmente despojando a los consumidores de los derechos de juicio por jurado y favoreciendo a las grandes empresas conocidas.
Compañías como Walt Disney World, Airbnb y Walmart insertan cada vez más cláusulas de arbitraje en contratos de consumo para manejar demandas privadas, potencialmente despojando a los consumidores de su derecho a un juicio por jurado. Las cláusulas de arbitraje pueden abarcar cualquier reclamación, incluso no relacionada con el servicio, y se considera que favorecen a las grandes empresas familiarizadas con el proceso. La cuestión de las "cláusulas de arbitraje infinitas" puede requerir la intervención de la Corte Suprema. Los críticos sostienen que, si bien el arbitraje puede ser rentable y ahorrar tiempo, puede perjudicar a los demandantes, especialmente cuando las empresas utilizan cláusulas amplias para abarcar una amplia gama de controversias.