La atención médica de Nueva Zelanda se enfrenta a tensiones debido al aumento del gasto, los tiempos de espera más largos y la escasez de personal; los críticos argumentan que la falta de financiación es el principal problema.
El sistema de salud de Nueva Zelanda está bajo presión debido al aumento del gasto, los tiempos de espera más largos y la escasez de personal. El gobierno ha nombrado a un comisionado para reducir el gasto, pero los críticos argumentan que el tema principal es la falta de financiación histórica y actual. Nueva Zelandia gasta significativamente menos en salud que sus homólogos, Australia y el Canadá, lo que provoca escasez de personal y un sistema de salud de dos niveles. Se requiere una financiación y una inversión adecuadas en la fuerza de trabajo para hacer frente a los desafíos del sistema de salud en lugar de centrarse en la reducción del gasto.