Air New Zealand abandona la iniciativa Science Based Targets, planteando preocupaciones sobre el compromiso de los objetivos climáticos corporativos.
La retirada de Air New Zealand de la iniciativa Science Based Targets (SBTi) plantea preocupaciones sobre el compromiso futuro con los objetivos climáticos de otras empresas. La aerolínea tenía un objetivo 2030 alineado con el objetivo 2°C del Acuerdo de París, con el objetivo de una reducción del 28,9% en la intensidad de las emisiones de combustible a reacción. Varias compañías, incluyendo Microsoft, Unilever, y Procter & Gamble, también han fallado en establecer objetivos netos cero después de hacer un compromiso. Las compañías aéreas se enfrentan a desafíos en la descarbonización debido al avance tecnológico y a los objetivos de crecimiento, lo que puede llevar a grandes cantidades de compensación en lugar de reducciones de emisiones. Las empresas deben adaptarse y encontrar vías viables de descarbonización para contribuir a los objetivos climáticos.