Nueva Zelandia considera la posibilidad de levantar la prohibición de la exploración de petróleo y gas debido a la disminución de las reservas de gas natural.
Nueva Zelanda se enfrenta a una crisis energética debido a la rápida disminución de las reservas de gas natural, lo que llevó al gobierno a considerar la posibilidad de levantar la prohibición de nuevas exploraciones de petróleo y gas para la seguridad energética. Sin embargo, este plan supone que las empresas invertirán en nuevos yacimientos de gas, a pesar de los riesgos políticos y de mercado. La dependencia del país del gas natural, junto con las limitadas opciones de importación, podrían conducir a un aumento de los precios, una reducción de las exportaciones de metanol y una posible pérdida de puestos de trabajo. La transición a fuentes de energía alternativas como el hidrógeno verde y el metanol verde requeriría una inversión y un tiempo considerables.