Las comunidades maoríes de Nueva Zelandia combaten los impactos del cambio climático con conocimiento indígena, centrándose en proyectos de conservación de la tierra, el mar y el cielo.
Las comunidades maoríes de Nueva Zelandia están combatiendo los impactos del cambio climático con conocimientos indígenas, llevando a cabo proyectos de conservación que se centran en la tierra, el mar y el cielo. Los proyectos de reforestación y control de depredadores ayudan a preservar el sistema de filtración natural de la tierra y apoyan la biodiversidad. La cultura maorí depende en gran medida de las plantas y los animales nativos para la alimentación, la medicina y las tradiciones, y estos esfuerzos son cruciales para preservar su forma de vida. Los maoríes ven las plantas nativas como parte de la Madre Tierra y tratan de devolver el medio ambiente a su estado natural antes de que las actividades humanas lo perturbaran, protegiendo su patrimonio cultural y sus prácticas para las generaciones futuras.