La expansión de las empresas chinas en los Estados Unidos se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor debido a la rivalidad entre Estados Unidos y China, que amenaza el comercio bilateral y los vínculos económicos.
Las empresas chinas que buscan expansión en los Estados Unidos se enfrentan a un escrutinio y una sospecha cada vez mayores debido a la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, lo que plantea amenazas potenciales para el comercio bilateral y los vínculos económicos. Los legisladores estadounidenses plantean preocupaciones sobre la seguridad nacional, el trabajo forzoso y la transferencia de tecnología, lo que lleva a una mayor oposición a las inversiones chinas, particularmente en los sectores de la tecnología y la energía. Esto podría afectar negativamente las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo y socavar los cimientos económicos que han ayudado a estabilizar las relaciones.