La adopción de la IA empresarial australiana revela una brecha digital ya que dos tercios todavía usan hojas de cálculo y algunos critican la IA como un uso intensivo de energía.
En una encuesta reciente de Schneider Electric se ha identificado una "división digital" entre las empresas australianas que utilizan IA y las que se quedan rezagadas. Dos tercios de los 500 encuestados aún dependen de hojas de cálculo para sus datos, mientras que la IA puede potencialmente ahorrar tiempo, dinero y reducir el consumo de energía. Sin embargo, los críticos argumentan que la IA es energéticamente intensiva y necesita grandes centros de datos que pongan presión en las redes. Más de un tercio de las empresas australianas encuestadas utilizan la IA para gestionar la descarbonización, pero menos ven la energía renovable como una ventaja económica debido a los retrasos en la transmisión y puesta en marcha.