La muerte de Malachi Subecz, de 5 años de edad, pone de relieve el sistema de protección de la infancia no mejorado de Nueva Zelandia, que se ve agobiado por la escasez de personal y las respuestas incoherentes.
El sistema de protección de la infancia de Nueva Zelandia no ha mejorado significativamente desde la muerte de Malachi Subecz, de 5 años de edad, a pesar de varias recomendaciones y revisiones. En un informe de Aroturuki Tamariki, un supervisor independiente de la infancia, se llegó a la conclusión de que los niños seguían en situación de riesgo, con una dotación de personal limitada y respuestas incoherentes al decidir cuándo adoptar nuevas medidas en los casos de protección de la infancia. En el informe se critica la falta de prioridad dada a la cuestión por los organismos gubernamentales y se pide una mayor colaboración e intercambio de información entre los organismos y las organizaciones no gubernamentales.