Wolfspeed retrasa la planta alemana de semiconductores hasta mediados de 2025 debido a la debilidad de los mercados de vehículos eléctricos; se centra en la producción de Nueva York.
Wolfspeed retrasa una planta de semiconductores alemana de 3.000 millones de dólares debido a la debilidad de los mercados de vehículos eléctricos en Europa y Estados Unidos, cambiando el foco de atención a la producción en Nueva York. La Ley de Chips de la UE, cuyo objetivo es recaudar 43.000 millones de euros (47.000 millones de dólares) para la industria de semiconductores, ha tenido un progreso limitado en los proyectos aprobados. Se espera que la planta alemana de Wolfspeed, inicialmente prevista para 2023, entre en funcionamiento a mediados de 2025. La UE lucha por reducir su dependencia de los chips asiáticos y aumentar la producción local.