Los investigadores encuentran que el disgusto personal y la presión social impulsan hábitos excesivos de lavado de ropa, lo que contribuye al impacto ambiental.

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) han descubierto que el disgusto personal y la presión social para evitar ser percibido como sucio pueden impulsar hábitos excesivos de lavado, lo que contribuye al impacto ambiental del lavado de ropa. El estudio, publicado en PLOS One, revela que a medida que las personas se vuelven más sensibles al asco, tienden a lavar la ropa con más frecuencia, incluso si tienen una fuerte identidad ambiental.

June 13, 2024
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