The Lancet Regional Health Europe vincula el estigma internalizado sobre el peso con varios factores.
Un estudio de 20 años encuentra que las personas que experimentaron presión familiar o de los medios para perder peso cuando eran adolescentes, las mujeres, las personas no heterosexuales y aquellos que experimentan desventajas socioeconómicas tienen mayor riesgo de sufrir un estigma de peso internalizado. Esta forma de estigma implica que las personas se apliquen a sí mismas estereotipos negativos relacionados con la obesidad, lo que puede provocar mala salud mental, trastornos alimentarios y retrasos en el tratamiento médico. El estudio, publicado en The Lancet Regional Health Europe, es el primero que utiliza una muestra grande del Reino Unido para examinar el tema.